
Este es el tiempo mas alegre del año litúrgico, pues nos
preparamos para conmemorar el nacimiento del dulce Señor Jesús, en la mayoría de
los hogares reina la alegría, la felicidad, el compartir y todos se reúnen en torno
a un portal para rezar y elevar dulces cantos llenos de armoniosa paz. Pero ¿y la otra parte de la navidad que es la menos
mencionada? ¿Dónde están aquellos que por muchas causas y razones no están pasando
una feliz navidad? ¿Estas orando por ellos? ¿Estas saciando el hambre de pan,
justicia, alegría de aquellos que no lo tienen?
La navidad, querido amigo lector, solo tiene un verdadero
sentido cuando nos ayuda a salir de nosotros mismos, cuando nos ayuda a
comprender que este es un tiempo privilegiado para salir en busca de los que
son descartados, ¿de qué sirve celebrar una noche buena con tu familia y los
seres que amas si en tu cocina tienes alguna empleada sin pagarle lo justo o no
permitiéndole sentarte a tu mesa con tus invitados? ¿De qué sirve llenar de
regalos a niños pobres, mientras todo el año maltratas a sus padres que son tus
empleados?
La navidad es un tiempo de entrega generosa, de pobreza pues
el mismo Dios así nos lo demuestra queriendo nacer en un establo y compartiendo
con los pobres, la navidad es tiempo de verdad y de auténtico despliegue que
nace de un corazón generoso y solidario.
No podemos ser artesanos de alegría solo cuando estamos en
estas fiestas, el corazón generoso no conoce límites, ni fronteras, ni tiempos…
el corazón generoso se caracteriza por una absoluta donación en todo tiempo y
lugar.
La navidad es pues un tiempo especial eso lo tenemos claro,
pero sería más especial si centramos nuestra mirada en la verdadera navidad
aquella que esta donde están los pobres, los solitarios, los desprotegidos, los
descartados, los menos preciados… la navidad es el recuerdo de que tenemos un
Dios que se complace en el humilde y el pobre, que tiene una atención privilegiada
por el que sufre.
Querido amigo lector en este tiempo de Navidad que estamos
prontos a celebrar yo te invito que hagas un profundo examen de conciencia y
que pienses en como ha sido todo el año y que eso que no ha logrado, que no ha
dado lo comiences a gestar hoy mismo y que cada día, no solo en este tiempo,
luches por que sea una FELIZ NAVIDAD.
Jesús esta pronto a nacer, la liturgia nos lo recuerda día a
día, preparemos el portal de nuestro corazón para que habite el Señor pequeño
en pañales y nos llene de paz y de amor a todos. Pues qué sentido tendría la
navidad si la auténtica navidad es la que ponen a Cristo en el centro de
nuestra existencia.
Alabado Sean Jesús y María
Hno. W.A.C.R.
Ermitaño
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