viernes, 12 de agosto de 2016

Orad con el Corazón


























La vida misma nos ha enseñado que tenemos una urgente necesidad de comunicarnos, de expresarnos y de permitirle a otros que de la misma manera nos comuniquen lo que desean, el dialogo es una manera muy intensa de conocer y dar a conocer, es la capacidad que el ser humano mas utiliza, muchas personas se comunican mediante señas, gestos, palabras y hasta con señales o dibujos. Pero cuando esa comunicación es con Dios muchos exclamamos: Dios no me escucha! Dios no me habla! o otros incluso preguntamos: ¿Como puedo hablar con Dios? 

Es por eso que hoy me permito, querido lector, brindarte una reflexión humilde y sencilla acerca de la Oración con el Corazón, si tu eres de aquellos que dice diariamente que deseas hablar con Dios pero que no sabes que palabras utilizar, que le hablas a Dios pero como que el no te entiende, que no sabes orar; pues bien quizás estas lineas te ayuden. 

Debemos partir de lo siguiente la oración es un dialogo intimo y cercano de tu alma con Dios, en la oración no cabe espacio para la mentiras, para la hipocresía, para las acciones "fariseas" en la oración el alma tiende por la verdad, por exponer de manera sincera y abierta lo que tenemos guardado en lo profundo de nuestros corazones y que quizás a nadie somos capaces de dárselo a entender, en la oración cabe nuestros miedos, nuestros reclamos, nuestras alegrías y por que no hasta nuestros insultos o disgusto... y ¿Sabes porque? porque no estamos ante nadie distinto que un buen amigo que nos escucha, que nos interpela, que nos orienta, que nos ama.... que nos conoce! 

La oración es un espacio de encuentro personal en donde nuestro ser tiende a buscar lo infinito, tiene a buscar paz, consuelo... existe un amplio deseo de aquellas personas que en la oración buscan resolver sus dilemas, sus situaciones mas apremiantes... La oración es aquel momento en donde tu corazón de expande, tu alma se abre y tu espíritu se recrea en aquel que es la vida misma. 

Caemos en el riesgo de llegar a la oración cargados de peticiones, de reclamos, de situaciones que nos invitan constantemente a abrir nuestros labios y pedir... Solo pedir! y cuando ya hemos terminado de soltar todo lo que traíamos en nuestro interior nos cuesta tanto permanecer en silencio y escuchar! 

¿No te parece asombroso, querido lector, que si decíamos que la oración era un dialogo nosotros nunca dejemos que Él nos hable? Este es el riesgo numero uno de la oración desértica, que nosotros no permitamos que Cristo responda a nuestras objeciones porque nos da miedo que nos cuestione, porque nos da miedo que nos exija, porque nos da miedo que nos pida renuncias, porque nos da miedo que nos comprometa... Por eso es que cuando oramos decimos: "Es que Dios nunca me habla" y la respuesta es clara: No es que el no te hable! Eres tu quien no le deja hablar!

En segundo lugar caemos en la triste realidad de obstaculizar la oración con el tiempo, con los ritualismos, con la superficialidad... La Oración es un espacio intimo y espiritual en el cual el alma que se adentra debe dejarse llevar por el que conduce nuestra vida. La oración nos debe llevar a experimentar consuelo de nuestro ser, aceptación de nuestros problemas, gratitud por cada experiencia que hemos vivido, pues: ¿acaso el oro para que tome valor no debe ser primero acrisolado en el fuego? Cuando le quitamos el señorío al Señor Jesús y disponemos nosotros de la oración a nuestro antojo es como cuando visitamos al medico pero le sugerimos el método y la forma en que debe atendernos! ¿No es ilógico esto? Por eso, querido amigo, es que nuestra oración en momentos nos hace sentir insatisfechos, porque somos nosotros los que escogemos el método, el tiempo y aparte de todo exigimos... y después venimos a decir: "Es que Dios no me ayuda" 

¿Que hacer entonces?¿Como poder resolver estas situaciones que obstaculizan mi dialogo con Jesús?

No es casualidad que hoy te encuentres leyendo estas sencillas lineas, creo firmemente que es el Mismo Señor quien te esta permitiendo entrar en lo profundo de tu corazón y descubrir la urgente necesidad que tienes de intensificar tu oración... 

Existe algo que para los que estamos enamorados quizás es muy fácil, pero para los que no llevara tiempo, pero créeme que poco a poco iras disfrutando cada paso de tu proceso... ORAD CON EL CORAZÓN, mas que con los labios, mas que con la mente, mas que con las acciones... Orad con el Corazón implica un silencio interior, un entrar a nuestra casa y limpiar todo aquello que nos obstaculiza nuestro dialogo con Cristo, es un entrar en si mismos y ser sinceros, hablar con la verdad, abrir el corazón de par en par para que la gracia actuante del Espíritu Santo ilumine cada rincón de nuestra vida y nos ayude a entender lo que somos y hacia donde vamos... Orad con el Corazón implica tiempo, implica devolverle el Señorío a Cristo y clamarle desde lo profundo de nuestro corazón "Padre me abandono a ti, haz de mi lo que quieras" ORAD CON EL CORAZÓN implica silencio, pero no tanto un silencio exterior sino mas que todo interior es saber escuchar lo que Cristo tiene para decirme y dejar que hable a mi vida, que me interrogue, que me cuestione, que me aclare, que me guié... ORAD CON EL CORAZÓN hace que nuestra oración tenga sentido, sea fluida y que sea menos ritualista o repetitiva. 

El Alma que adquiere esta capacidad es capaz de escuchar a su Maestro, es capaz de hablar. como tu y yo lo estamos haciendo en este momento, con su Señor. la oración con el corazón alimenta el espíritu y lo prepara para enfrentar sus peores batallas, para alegrarse con sus victorias y para siempre hacerlo experimentar la presencia de un Dios misericordioso y que nos ama. 

Amigo lector llego el momento de Orad con el Corazón...

Alabados sean Jesús y María

Hno. W.A.C.R.
Ermitaño

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