miércoles, 7 de septiembre de 2016

ANTE LA CRISIS DEL MUNDO, LA RESPUESTA ES LA ORACIÓN

Para nadie es un misterio que estamos viviendo en un mundo que se encuentra sumergido en una profunda crisis: social, política, económica y moral... En todos estos aspectos podemos encontrar muchas preguntas que están sin resolver, muchas problemáticas que nos afectan directa o indirectamente, algunos tienden a culpar de todas estas situaciones a las religiones; otros juzgan la ausencia de Dios implantada e impuesta por gobernantes o grupos sectarios y otros no caemos en la cuenta de que es nuestra culpa y que no estamos haciendo nada...
 
Ante esta ruptura nuestra tarea es buscar por todos los medios una profunda y solida reconciliación personal, con el otro, con lo creado y con Dios; es urgente enfocar nuestras potencialidades para conquistar la virtud y el dominio propio y consolidar estrategias de aceptación, de dialogo y de compromiso social coherente, justo y solidario. 

Una vez escuchaba de un sacerdote que invitaba a sus fieles a tener proyectos concretos y bien pensados, el hombre tiende a buscar proyectos facilistas que le permitan alcanzar sus objetivos sin esfuerzo... Pero la verdad es muy diferente, la vida cuesta y realizar el plan que nos conduzca a la autentica felicidad implica sacrificio, implica renuncia, compromiso y constancia. 

Es necesario pues comenzar a preguntarnos: ¿Que se puede hacer? ¿Como poder nadar contra la corriente? 

El hombre de FE tiene a su favor un don que nos es dado por el mismo Dios: La Oración. 

La Oración conduce al alma a entrar en un contacto profundo con su creador, es un dialogo amoroso que nos invita a conversar con Dios, a exponer nuestra vida, proyectos e intenciones; a escuchar lo que tiene por decirnos, a dejarnos interpelar y cuestionar por la palabra del que todo lo Sabe y nos conduce a un camino de plenitud.  

En la Oración el hombre tiende a caer en el grave error de solo hablar y no escuchar, de exponer todo lo que lo atormenta pero cuando ya llega la hora de escuchar que es lo que Dios tiene para decirnos, recordamos la cita, el almuerzo en el fogón, la cuenta por pagar y salimos corriendo... ¿No se si a ustedes no les parece muy aburrido cuando estamos conversando con alguien y esa persona se sienta en la palabra y no permite que la conversación sea espontanea y fluida?... Pues bien! de esa misma manera nos acercamos nosotros a Dios... solo hablamos nosotros y nos cuesta hacer silencio para dejar que Dios nos hable... !Cuanto cuesta silenciarnos! 

En la oración caemos en el grave riesgo de quedarnos atrapados en las formas y en los estilos y no le permitimos al espíritu Santo que fluya y sople sobre nosotros... Pero también es importante anotar que en momentos caemos en exagerar la acción del espíritu y hacemos de la oración un circo de fenómenos, de formas y de seudoapariciones que oprimen y deterioran la universalidad de la iglesia... Es importante comprenden la riqueza de la oración como don de Dios para toda la iglesia y no para un limitado grupo. !Que difícil es vivir la universalidad! 

!El hombre no esta orando! Es otra de la lamentables realidades que podemos encontrar, el hombre no frecuenta la oración, frecuenta solo ciertos espacios que se disponen según su intención, es decir el hombre organiza un encuentro con Dios pero a su manera... ¿de las 24 horas del dia, de los 7 dias de la semana, de los 12 meses del año cuantos segundos le regalas a tu alma para estar con su creador?

La oración nos impulsa a la acción, ante lo anterior expuesto queda la invitación a comenzar a vivir esa intimidad con Dios, de una manera coherente, constante y que nos impulse a movernos, que nos aliente a no conformarnos ante las tristes realidades por las que esta pasando el mundo sino que nos conduzca a hacer operarios de misericordia, de justicia y de verdad. 

Eso es precisamente lo que hace la oración... cambia la crisis del mundo... que nace en ti y que nace en mi (porque no se puede hablar de paz ni de soluciones si no existe paz en mi y si no soy solución) y nos conduce a vivir la pedagogía de la reconciliación y de la misericordia. 

Alabados sean Jesús y Santa María 

HNO. W.A.C.R.
ERMITAÑO


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